Hablar de la Transformación Digital es hablar de innovación, de nuevos recursos que emparejen las actividades diarias de una organización fuera del mundo análogo; el E-commerce, la opción digital del comercio se ve empoderado por el social media.
Desde la inserción de herramientas tecnológicas, pasando por plataformas de acción digital que permitan hacer más eficientes los procesos productivo y operativos de las empresas, hasta la posibilidad de comunicarse y realizar procesos de comercialización por este mismo medio, es aquí que resaltar estos dos puntos resulta indispensable al querer hablar de una transformación digital completa.
El comercio o los procesos de comercialización de productos y servicios, han sido objeto de una lucha constante desde el punto de vista de posicionamiento, acercamiento, interacción y diferenciación, es aquí que las redes sociales se han encargado de perfeccionar este tipo de negocio, dando al E-commerce, – la versión digital del proceso de comercialización – la posibilidad de conocer, seguir, recomendar y cautivar a los posibles clientes, además de facilitar los procesos de compra y atender a los servicios de post-venta, (elemento que en tiempos anteriores sólo se enfocaba a ciertos productos o servicios).
Ahora los consumidores son capaces de llamar la atención de las marcas vía Facebook, Twitter, Instagram, donde darán el visto bueno o reprobarán lo relacionado a dicha empresa.
Las redes sociales además de esta gama de oportunidades tienen un valor agregado para las marcas, por medio de estas plataformas es posible incentivar la compra a través de mensajes específicos (al contrario de lo que ocurría con la tv), también se puede crear un “ambiente” ideal para que el consumidor se sienta atendido e involucrado de manera experiencial.
Es aquí que surgen las nuevas dinámicas, por medio de las redes sociales más populares es posible crear activaciones que permitan a los consumidores realizar actividades que los “liguen” al desarrollo de campañas específicas; desde participar en trivias para obtener descuentos, en encuestas para el lanzamiento de un nuevo producto o rediseño de imagen, hasta la posibilidad de ganar premios, esto ha servido en gran medida para proyectar la imagen de las marcas más allá de los estereotipos tradicionales.
Otra cualidad que se ha incentivado en estas plataformas sociales es la posibilidad de realizar y/o concretar las compras; esto significa que una marca puede concretar estos procesos de comercialización sin necesidad de una tienda física o una página web (lo que sin duda facilita en gran medida la incursión a este mercado), aunque cabe recordar que estos elementos (página web y tienda física) reducen el nivel de incertidumbre y desconfianza al público interesado. Todo lo anterior sumado a un llamado a la acción en el momento idóneo, hacen posible que los usuarios se conviertan en consumidores con un solo click.
Si bien, el tema de seguridad sigue siendo el hilo delgado en el crecimiento del comercio electrónico, la frecuencia de compra en plataformas digitales sigue en aumento, por lo que el siguiente paso es crear medidas que vayan avanzando a la par de las posibles amenazas, tal cuál ocurre en los sistemas de cobro regulares.
Otro elemento a destacar es que, el uso de dispositivos móviles son las herramientas que han impulsado este tipo de interacción en las redes sociales, por lo que tener presente el uso de aplicaciones enfocadas a este tema de seguridad puede ser otra opción que permitan al e-commerce posicionarse de forma total.
Si bien, todo esto hace referencia a la oportunidad de crecimiento del sector comercial, también abre la posibilidad a mercados como el de desarrollo web, desarrollo de apps, área de marketing, mercados de seguridad o mercados de gestión de negocios, lo que sin duda forma un ecosistema digital enorme.
Existe en el mercado actual un sinfín de posibilidades que aún faltan por descubrir, pero hay que iniciar paso a paso hasta llegar lo más lejos posible, y porqué no, podríamos estar cerca de crear incluso un nuevo sector de negocio.
